¡Hola a todos y a todas!
Termino la semana con la reseña de una segunda parte que me ha resultado muy interesante. ¡Espero que os guste la reseña y muchas gracias a la editorial por el ejemplar!
El rey Arturo está expandiendo la influencia de su reino con la reina Ginebra a su lado. Sin embargo, cada noche, a la reina la atormentan sueños llenos de oscuridad y de un poder indescifrable. Puede que Ginebra haya aceptado su papel, pero sigue sin encontrar su lugar en ese mundo. Cuanto más se acerca a las personas que la rodean, a Brangien, que suspira por Isolda, su amor perdido; a Lancelot, que lucha por demostrar su valía como caballero de la reina; y a Arturo, que lo da todo por todos y, por lo tanto, nunca tiene suficiente para Ginebra, más cuenta se da de lo vacía que está. No tiene ni idea de quién era realmente antes de ser Ginebra. Cuanto más intenta proclamarse reina, más se pregunta si Mordred tenía razón y ella no pertenece a ese mundo. Nunca lo hará. Cuando un rescate sale mal provocando la muerte de alguien muy preciado, Ginebra regresa a Camelot, devastada, para enfrentarse a la mayor amenaza que ha llegado. No en forma de la Reina Oscura o de un ejército invasor, sino en forma de la hermana pequeña de la verdadera Ginebra.
Antes de comenzar con mi opinión, os dejo por aquí el enlace a la reseña de la primera parte de esta trilogía, como ya viene siendo usual:
No puedo introducir muy bien la trama porque este libro es una segunda parte, pero sí que comentaré unos pequeños detalles que intentaré dejar en el aire: Ginebra está teniendo unos sueños de los más perturbadores, los cuales no entiende muy bien, y, por si fuera poco, su hermana pequeña aparece de repente en su vida, lo que pone en peligro su seguridad. Bueno, la verdad es que la mayor parte de la historia se centra en estos dos puntos que he comentado y, si bien son bastante interesantes, he notado que todo sucedía muy convenientemente. El ritmo es más bien lento, por lo que si buscáis una trama llena de acción, quizás os decepcione. Sin embargo, el conjunto es bastante atractivo porque conoceremos mucho mejor a Ginebra y todos los sucesos oscuros que están por llegar. Asimismo, las descripciones están muy bien detalladas, por lo que tanto la ambientación como las características de los personajes son los puntos más fuertes de la novela.
Con respecto a los personajes, el libro está narrado en tercera persona y sigue los pasos de Ginebra. Nos reencontraremos con personajes del libro anterior y también conoceremos a nuevos personajes, todos ellos relacionados con el mito artúrico. Los personajes van evolucionando poco a poco, aunque hay que poner el foco en Ginebra, puesto que es la que más desarrollo tiene en esta historia. Sigo enamorada de la mayor parte del elenco, sobre todo de los personajes femeninos, aunque he de reconocer que Arturo no se queda atrás.
La pluma de la autora ya me es más que conocida, así que poco más puedo añadir, ya que sigue en su línea: es descriptiva y mágica. También aprovecho para dar las gracias a la traductora por su gran trabajo, puesto que, por lo que he podido comprobar, el primer titulo lo tradujo otra persona y es difícil conseguir el mismo tono y una buena coherencia; aspecto que ha logrado con creces.
La traición de Camelot es una segunda parte que cuenta con una trama entretenida y que desvela ciertos secretos importantes para la historia de Ginebra. No obstante, he notado que este libro puede considerarse como un libro puente que lleva a una tercera parte previsiblemente sorprendente, puesto que el ritmo es algo lento y los sucesos no son tan intensos como esperaba. Eso sí, sigo recomendando esta historia porque merece mucho la pena conocer a estos personajes y todo el entramado que hay tras la trama.
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